Aliados

En “Aliados” el director Robert Zemeckis logra crear un largometraje muy al estilo norteamericano en la cual la guerra y el romance son los géneros predominantes y donde las acciones ocurren de manera muy acelerada. La película, escrita por Steven Knoght, se desarrolla en 1942 durante la Segunda Guerra Mundial y nos narra la historia de Max Vatan, un agente quebequense que trabaja para la agencia británica de operaciones especiales al cual se le asigna la misión de matar a un oficial alemán de alto nivel. Es por esto que tiene que viajar a Marruecos en donde se encuentra con Marianne Boauséjour, una trabajadora de la resistencia francesa que pretende ser su esposa. Después de lograr el objetivo se enamoran y deciden casarse, posteriormente se van a vivir a Londres en donde Marianne da a luz a una hija. La trama da un giro cuando a Max le dicen que su esposa posiblemente es una espía y que la tiene que asesinar. Al descubrir que esto es cierto, Max y Marianne tratan de escapar pero al final ella se suicida para salvar la vida de él.

Primero que nada es importante hablar de la dirección ya que en esta ocasión Robert Zemeckis nos presenta un thriller de espionaje romántico en donde la trama y los personajes no logran causar ese efecto y trascendencia a la cual nos tiene acostumbrados el afamado director como lo hiciera con Forrest Gump o Flight.

Por otro lado, aunque el reparto cuenta con la presencia de actores de gran calidad, la falta de química entre los protagónicos hace que algunas partes de la película se vuelvan tediosas y largas. La actriz Marion Cotillard logra envolvernos en la trama, nos hace enamorarnos de su sensualidad y personalidad. A la vez este personaje es muy importante ya que en este género se suele representar a las mujeres como personas sumisas o que solo ayudan a que el personaje masculino logré su objetivo, pero en esta película ella es calculadora, inteligente y valiente. Por otro lado, Brad Pitt no lograr capturar a la audiencia con el papel de Max ya que el personaje carece de fuerza y credibilidad. Además, a pesar de las escenas de sexo y romance entre ambos actores, no hay química entre ellos y en más de una ocasión se veían muestras de cariño forzadas. El momento más notorio de esto es el final en donde Marianne se suicida, ya que a pesar de lo fuerte que es la escena Brad Pitt no logra transmitir ese sufrimiento y desesperación por ver a su esposa morir.

En mi opinión la característica más destacada de la película es la fotografía de Don Burgess, el cual logró una recreación muy buena de la época, es decir, nos logra transportar tanto a Marruecos como a Londres durante el año 1942. En especial la parte del vestuario, a cargo de Joanna Johnston, es muy acertada ya que logra ser fiel a la época y a la clase social en la cual se desarrolla la trama, un claro ejemplo son los trajes de seda y las joyas las cuales eran las principales características de la vestimenta de aquel tiempo. La gran calidad en este aspecto hizo que la película fuera nominada al Oscar, al BAFTA y al Critics Choice Awards en la categoría de mejor vestuario.

Finalmente, considero que la película es buena más no excelente ya que usa demasiados clichés del amor en tiempos de guerra lo que hace que la película se vuelve demasiado tediosa y en algunas partes hasta aburrida. Incluso el título hace que el espectador se imagine una trama distinta o al menos eso me ocurrió a mí. Al escuchar “Aliados” yo esperaba que la película se basara en la guerra y los espías y dejara en segundo plano el amor pero ocurrió todo lo contrario.

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